EL INSTANTE ETERNO
Columna publicada en diario Exitosa
Salazar Bondy mira el vacío a través de un ventanal. Arguedas muestra su tristeza. Haya de la Torre parece empuñar una arenga. Blanca Varela cautiva con una mirada intensa. Un jovencísimo José Miguel Oviedo entrelaza las manos en un gesto sereno. Juan Mejía Baca sostiene un cigarrillo de espaldas a su biblioteca. Gerardo Chávez sonríe al tiempo que abraza una de sus creaciones. Sologuren descansa al lado de las plaquetas de poesía que elaboraba artesanalmente en su taller. Alberto Hidalgo desafía desde el gesto de sus brazos cerrados. El tiempo parece detenerse.
Henri Cartier-Bresson, famoso fotógrafo francés, concebía a la fotografía como “el impulso espontáneo de una atención visual perpetua, que capta el instante y su eternidad”. Baldomero Pestana (Lugo, 1918-2015) tuvo esa mirada atenta, el don de “pescar estos instantes”, como reza el texto que nos introduce a la exposición Baldomero Pestana: Retratos peruanos en el MAC, e intuyó que serían inmortales al ser testigo de un tiempo excepcional en nuestra historia. Entre 1957 y 1967, vivió en la Lima a la que hoy pensamos con nostalgia y retrató una época fecunda, en la que “la locura benigna”, en palabras de Mario Vargas Llosa, de quienes se dedicaban a la labor intelectual y artística, incendiaba la escena cultural de nuestra capital.
En el video que acompaña a la muestra, Pestana nos habla de ese ambiente extraordinario desde la lejana Galicia, su tierra, en donde murió en julio de este año, poco tiempo antes de la inauguración de la muestra que nos acerca, a través de gestos breves, a la intimidad de estos grandes pensadores, políticos, artistas y escritores peruanos. Pero además, Pestana revela el deseo de ser recordado a través de su obra. Gracias al esfuerzo de Fietta Jarque, curadora de la muestra, podemos valorar el legado del genial fotógrafo gallego y reconocer, al mismo tiempo, el inmenso valor de nuestra herencia cultural. Aún restan dos semanas antes del cierre de esta estupenda exposición. No se la pierdan.