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Belleza salvaje

Un comentario sobre la película turca "Mustang" 

Columna publicada el 15 de marzo en diario Exitosa

Gracia Angulo

Publicado: 2016-03-16

Cinco hermanas. Cinco huérfanas. Cinco mujeres distintas con un solo destino. Cinco adolescentes turcas que se atreven a jugar con los chicos de su escuela una tarde, sobre las olas del Mar Negro. Una sociedad ultraconservadora que condena su comportamiento. Una abuela y un tío que, encerrados en el pensamiento patriarcal de una sociedad absolutamente machista y represiva, no encuentran mejor solución que un matrimonio arreglado para acabar con las habladurías.  

Así, la mirada represiva de la sociedad convierte el juego inocente y despreocupado de las hermanas, en un acto escandaloso, impúdico. Es esta mirada la que se cierne sobre las hermanas, quienes comienzan a experimentar los efectos de una reclusión progresiva. La película Mustang: belleza salvaje de la directora turca Deniz Gamze Ergüven, nominada al Oscar a Mejor Película Extranjera, y que pasó casi desapercibida en la cartelera local, aborda esta problemática de la mujer en ese país limítrofe que es Turquía, país que constituye el símbolo perfecto de las tensiones entre Oriente y Occidente, entre Asia y Europa. Sin embargo, lejos de ser una película oscura y dramática, propone una visión más bien fresca e irreverente. No es gratuito que la historia se cuente a través de la mirada y la voz de Lale, la rebelde hermana menor, ni que el sombrío encierro en la casa familiar sea contrarrestado por las tomas a espacios naturales que rodean al hogar. Finalmente, las hermanas son como esos caballos americanos que le dan nombre a la película: salvajes, indómitos, libres

Con ciertos guiños a Las vírgenes suicidas (la novela de la novela de Jeffrey Eugenides adaptada al cine por Sofia Coppola), Mustang evidencia la hipocresía de una sociedad que censura la frescura y vitalidad de las mujeres, pero acepta la entrega de niñas al mejor postor, el matrimonio arreglado con hombres que harán de su existencia, una burda réplica de sus deseos.

La directora, cuya vida se reparte entre Estambul y París, conoce muy bien y denuncia este doble discurso, recrudecido en los últimos años debido a la elección de un partido islámico, el AKP, elegido democráticamente debido al arraigo de la férrea moralidad musulmana en el país. Sin embargo, conoce también los múltiples movimientos feministas que de un tiempo a esta parte han decidido hacer oír sus reclamos: el de una sociedad en la que la igualdad legal se cumpla en la práctica, una en la que la violencia contra la mujer y los asesinatos “por honor” queden en el pasado. Un pliego de reclamos que también debe hacerse oír por estas tierras.


Escrito por

Gracia Angulo

Editora independiente. Autora de la columna "La invención de Morel" que se publica todos los martes en Diario Exitosa.


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