El resto es silencio
Un comentario sobre "Los diarios de Emilio Renzi"
Columna publicada el 19 de enero en el diario "Exitosa"
Babelia, el suplemento cultural del diario El País, eligió a Los diarios de Emilio Renzi. Años de formación de Ricardo Piglia como el mejor libro del 2015. En setiembre del 2015 publicó este primer tomo que abarca la década comprendida entre 1957 y 1967. Se sabe que el argentino empezó a escribirlo a los dieciséis años en unas libretitas negras que se conseguían en una única librería de Buenos Aires. Acabadas las libretitas, la escritura fenecía había dicho en una entrevista. Sin embargo, el impulso de un escritor no se agota por un hecho tan banal, mucho menos por la severa enfermedad que padece y que lo ha llevado a recurrir a una asistente que transcribe sus textos. No. La escritura, para él, es un modo de vida.
“Todo lo que soy está ahí” ha dicho el argentino. Y no hay frase más cierta en tanto el libro da cuenta del proceso que atraviesa quien quiere hacerse un escritor, de las jornadas intensas de lector que anteceden al acto solitario de escribir, de la voracidad de estas lecturas, del estado de ánimo que experimenta quien aún no está seguro de sus aptitudes, de quien duda y del que por fin va hallando su voz. A través de su alter ego, Emilio Renzi, Piglia nos introduce en su vida como si fuera la de otro, en esta suerte de adicción en que se convirtió la escritura:
“¿Cómo se convierte alguien en escritor, o es convertido en escritor? No es una vocación, a quién se le ocurre, no es una decisión tampoco, se parece más bien a una manía, un hábito, una adicción (…) y al final se convierte en un modo de vivir (como cualquier otro)”.
Y así, junto a las primeras lecturas a las que se aferraba tardes enteras, a sus formadas opiniones sobre el estilo de Salinger, Dostoievski, Pavese o Borges, a los entretelones de sus primores amores, a la ruptura definitiva con su padre, al rumor del tren de Adrogué, Piglia nos va contando retazos de su vida “como quien sigue las señas en un mapa para guiarse en una ciudad desconocida” buscando conocerse, queriendo volver a construir esos recuerdos, esa ficción privada que, afortunadamente, hoy comparte con nosotros.